A cargo del proyecto estará Roland Emmerich, director de la reciente 2012, quien la rodará en 3d, utilizando la técnica "performance capture" que digitaliza a los actores, incluidas sus voces, convirtiéndolos en imágenes generados por ordenador. La idea es rodar tres películas, una por libro.


Emmerich ha trabajado en el guión con Robert Rodat, autor de Salvad al Soldado Ryan, y ha declarado que: "Se tiene que hacer todo por ordenador porque no sabría cómo rodar todo eso en la realidad", y no le quito la razón, la historia narrada en las Fundaciones es lo suficientemente compleja para que no se pueda llevar a cabo mediante las técnicas convencionales del cine, tal vez las nuevas tecnologías cinematográficas sean la clave para conseguir llevar a la gran pantalla la magnífica historia de las Fundaciones.

La serie de las Fundaciones comienza con la trilogía original, el primero de los libros, Fundación, fue escrito en 1951, en él asistimos al comienzo del plan de Hari Sheldon, creador de la psicohistoria, para remendar en el menor tiempo posible la inevitable decadencia que está sufriendo el Imperio Galáctico y que sumirá a la humanidad en el más absoluto caos antes de poder volver a alzarse, en lo que él denomina como el Segundo Imperio. No desvelo más para quienes no los hayan leído, pero recomiendo su lectura a todo amante de la ciencia ficción como algo imprescindible. En 1952 le siguió Fundación e Imperio y, en 1953, Segunda Fundación, completando la trilogía original, a la que posteriormente se le añadirían cuatro libros más, dos secuelas (para mi de escaso interés y que empañan la maravillosa trilogía original) y dos precuelas que nos cuentan la historia de Hari Sheldon antes del comienzo de las Fundaciones, mucho más interesantes, y un gran complemento para la historia original, que la lleva a otro nivel.


En fin, veamos que sale de todo esto, personalmente no me fío del director alemán para llevar a cabo tan importante adaptación, puesto que no cuenta en su haber con ninguna película destacable, sino con películas que se han quedado siempre muy por debajo de la altura. Yo mientras esperamos... ¡me echo a temblar!