Susan E. Hinton nació en 1950 en la ciudad de Tucsa, Oklahoma. Su talento literario se manifestó muy pronto escribiendo en sus años de adolescencia los libros que a ella le hubiese gustado leer pero que no encontraba en las librerías. Con tan solo diecisiete años envió uno de sus escritos a una editorial y se lo publicaron, se trataba de Rebeldes (Outsiders), libro que se tradujo a varios idiomas inmediatamente y que al año de su publicación fue seleccionado por el New York Herald Tribune como "el mejor libro dirigido a jóvenes y libreros", llegando a vender más de nueve millones de ejemplares ese mismo año. Hizo sus primeros estudios en la Will Rogers High School. Rebeldes le dio la fama a su autora que abandonó sus estudios para dedicarse por completo a la literatura. Su siguiente gran historia se publicó bajo el título La ley de la calle (Rumble Fish) corriendo la misma suerte que su ópera prima.

Sus libros van dirigidos a un público juvenil e infantil y su escritura se caracteriza por un gran realismo lleno de una fuerza desgarradora que habla de los conflictos a los que tienen que hacer frente jóvenes marginales cargados de problemas personales y sociales. Estos jóvenes no tienen una esperanza de futuro por lo que viven arraigados a un presente que es lo único que tienen, y a otros chicos como ellos que son las únicas personas con quien pueden contar, conviviendo a diario con la violencia, las drogas, las bandas y el crimen.

Posteriormente escribió obras de menor envergadura, Esto ya es otra historia, de 1971, y Tex, de 1975, ambas aún no he tenido la oportunidad de leerlas y también han sido adaptadas al cine por directores desconocidos, que no vienen al caso. Me llama la atención sobre todo la primera de ellas.

Siguiendo el rastro literario de Hemingway se vino a España con su marido donde compraron unos acres de tierra en un pueblo del sur. Allí disfrutaron de la naturaleza y el ambiente español hasta que su marido consiguió una plaza de profesor en California y regresaron a los Estados Unidos.

Personalmente me quedaría corta al decir todo lo que esta autora significa para mi, la descubrí como ya he dicho, con 14 años en su libro Rebeldes, que me hicieron leer en el colegio, por lo que estoy infinitamente agradecida, ya que me hicieron descubrir una autora que se expresaba como nadie y unas historias que se conservarían en mi memoria para siempre, sus palabras escritas me hicieron soñar y me hicieron sentir.

El famoso director de cine, Francis Ford Coppola, nació el 7 de abril de 1939 en Detroit, Michigan, en el seno de una familia de artistas, su padre Carmine Coppola era director de orquesta y su madre, Italia Coppola, actriz. Tras sus estudios de Artes Dramáticas y Teatrales su carrera comenzó en 1963 escribiendo el guión y dirigiendo Dementia 13, un largometraje de terror de bajo presupuesto, que se convertiría en la primera de las más de veinte películas que tiene en su haber, muchas de ellas aclamadas por la crítica cinematográfica, así como por el público espectador, siendo sus obras más reconocidas y alabadas las dos primeras partes de El Padrino, sin olvidarnos de la gran Apocalypse Now.

No quiero entrar más en la filmografía de este director porque extendería exageradamente el post y las únicas películas que nos ocupan en él son las relacionadas con Susan E. Hinton: Rebeldes y La ley de la calle.

Sus esfuerzos no se han desarrollado tan solo como director de cine, sino que también ha ejercido en múltiples ocasiones como productor, y se ha dedicado a otros negocios fuera del mundo del cine. En su vida familiar es padre de Roman Coppola, director de películas y videos musicales, y de la ya conocidísima Sofia Coppola, actriz, directora, productora y guionista, asi como tío del actor Nicolas Cage. A lo largo de su carrera como director ha cosechado numerosos premios llegando a conseguir 5 Oscars de la Academia, 4 de ellos por sus conocidísimas El Padrino y El Padrino II.

Coppola realizó de forma consecutiva, en 1983, las adaptaciones de estas dos novelas, primero Rebeldes y posteriormente La ley de la Calle. Las dos películas están consideradas entre sus obras más personales y arriesgadas, y en mi opinión mejores, por su sencillez y su magnífica adaptación a la novela, haciendo que tus ojos disfruten en cada imagen cada línea de los libros. Consigue retratar a la perfección ambos relatos de esos jóvenes rebeldes que tienen su propia forma de vivir la vida, aferrándose a la esperanza y a las personas que tienen.

A estas alturas no es un tema discutible que Rebeldes se ha convertido en todo un clásico de la literatura juvenil, dada la gran influencia que ha tenido tanto en sus lectores como en otros autores del género.

La historia está contada en primera persona por el personaje principal, Ponyboy Curtis, un adolescente huérfano que vive con sus dos hermanos mayores tras la muerte de sus padres, en ese momento tan trascendente de su vida todo lo que tiene de valor son sus dos hermanos y sus amigos, la banda de los Greasers, quienes están siempre en guerra con los Socs, los chicos ricos del lugar.

La autora no se limita a contarnos una historia de guerra entre pandillas, nos cuenta una historia de personas, de emociones, de esperanzas, de vida y de muerte. Una historia memorable que nunca se borrará de tus recuerdos. Y todo ello contando con tan solo 16 años, como ya he dicho, cuando la escribió, lo que la hace inmensamente más valiosa. Nos muestra en profundidad como es el protagonista, como son cada uno de sus amigos, e incluso ahonda en aquellos que él siente como enemigos, nos muestra la claridad y la oscuridad, el color y los grises de cada personaje, para que los comprendamos, para que sintamos quienes somos en realidad, quienes son cada uno de ellos y como el mundo se equilibra y desequilibra con cada respiración.

La historia engancha desde la primera palabra, resulta fluida e interesante, al principio conoces a los personajes, como son, tanto en lo bueno como en lo malo, como los ve el protagonista, como se relacionan entre ellos, sentimos la importancia que tiene la familia y la amistad en cada una de sus palabras y el peso que tienen en su vida las clases sociales, las bandas y la violencia. Sin decaer en ningún momento nos lleva a través de la narración hasta un final que encogerá el corazón más helado.

No quiero destripar nada a quien no haya disfrutado de esta magnífica historia así que solo añadiré lo especial que es también la última frase del libro, y lo que ella conlleva.

Personalmente, ya he dicho lo importante que Rebeldes fue para mi en su día y como ha continuado conmigo a lo largo del tiempo. Susan E. Hinton nos cuenta la historia de forma intensa y con expresión desgarradora que llegaron a lo más profundo de mi alma. Para mí Rebeldes siempre será uno de mis recuerdos más especiales.

SINOPSIS: Ponyboy Curtis es un adolescente huérfano que pertenece a la banda de Los Grasientos. Sus dos hermanos y todos sus amigos forman parte de la banda. Controlan su territorio y a la banda rival, Los Dandis. Una noche, como resultado de una pelea, uno de Los Dandis muere acuchillado. Ponyboy y su amigo Johnny deciden huir. CRÍTICAS:
- Dos bandas de adolescentes rivales. Algunos todavía van al colegio asidos a un futuro con esperanza. Otros son jóvenes marginados (o desplazados: "outsiders") acicalados de gomina. Casi todos a la búsqueda de un sitio en una sociedad en la que no se ven reflejados, y en la que el camino más recto conlleva una fácil tentación por la violencia. Con esta historia, Coppola entrega un interesante drama con un reparto repleto de jóvenes promesas del cine americano de los años ochenta. Si fuera un estreno de hoy, invadidos por el cine adolescente plano y tontorrón, "Rebeldes" sería considerada al instante lo que es ahora, un film de culto, además de un gran éxito de taquilla; en su época, en Estados Unidos, crítica y público la ignoraron por completo. Ella misma fue una "outsider" de cine independiente firmada por un tipo que tenía varios Oscars en su casa. (Pablo Kurt)
- "Bonita y maldita, Coppola dio la primera oportunidad a un grupo de chavales que más tarde habitarían el cine americano" (Carlos Boyero: Diario El Mundo).

La película supone una perfecta adaptación del libro, trasladando la magia del libro a las imágenes de la película, contando por supuesto que una película nunca podrá superar a un libro por magnífica que sea su adaptación. El conocimiento de los personajes en la película no llega a ser tan exhausto en la película como lo es en el libro, pero para aquellos que hemos vivido el libro la película resulta un claro homenaje, donde disfrutamos de cada escena y de cada gesto, porque ya lo hemos sentido, porque conocemos y amamos a cada uno de ellos.


Como anécdota Susan E. Hinton aparece en la película en el papel de una de las enfermeras del hospital.

Como ya hizo en Rebeldes, Susan E. Hinton, se viste del personaje principal, en este caso Rusty James, para contarnos la historia en primera persona, y como también sucedía en Rebeldes esta historia se trata de recuerdos, esta vez más lejanos en el tiempo pero tan cercanos en la mente como si hubieran ocurrido en el trascurso de unos segundos.

La ambientación de la novela es la misma, el mismo tipo de personas, el mismo tipo de lugar, el mismo tipo de problemas: pandillas, amigos, violencia, familia, diferencias sociales, un mundo marginal que debe vivir con lo que tiene y con quienes le rodean, en un lugar donde lo importante no es tanto sobrevivir como estar vivo. Pero a diferencia de Rebeldes, donde a pesar de todo reinaba la luz y la esperanza en el corazón del dulce Ponyboy, que siempre sería dorado, en La Ley de la Calle reina más la desilusión, donde lo más importante es reinar en el pequeño universo que es el barrio marginal en que residen los personajes, como el Pez Luchador (Rumble Fish) en su pecera.

Con La Ley de la Calle, Coppola hizo algo más que adaptar la novela a la pantalla grande, la dio su propio idioma al rodarla en blanco y negro, a excepción de la aparición de unos peces de colores encerrados en una pecera, como el único elemento de color de la cinta, una metáfora, un punto de inflexión, una y mil lecturas que rompen el esquema. Y es que a diferencia de en la novela donde Rusty James es el narrador, en la película vemos las cosas como las ve su hermano, que al ser daltónico casi no aprecia los colores, nos perdemos en la mirada del Chico de la Moto.


El personaje principal será encarnado por un magnífico Matt Dillon, quien ya fue Dallas en Rebeldes, y su idolatrado hermano mayor, el mítico Chico de la Moto, será un joven Mickey Rourke en uno de sus mejores interpretaciones. Aparece de nuevo Diane Lane, igual de preciosa que en Rebeldes.