Número 9 nació como un cortometraje homónimo dirigido por Shane Acker y nominado a los Oscars en 2006, unos años después Tim Burton toma en sus manos el proyecto y produce el largometraje dirigido por su director original, en una película de acción y fantasía que nos muestra el último reducto de la humanidad en los pequeños cuerpos de unos muñecos de trapo.

La película comienza cuando un muñeco de trapo está recibiendo los últimos retoques, después ese muñeco con un 9 dibujado en su espalda cobra vida, despierta en un mundo destruido en el que no hay más humano que el cadáver que yace en esa misma habitación. En el exterior encuentra otro grupo de seres como él que tratan de sobrevivir a unas temibles máquinas que constituyen la única vida además de ellos en los alrededores. Número 9 supondrá un cambio en el modo de llevar las cosas por el número 1, el más veterano y líder del grupo que ha decidido esconderse en vez de luchar.

Lo cierto es que el comienzo de la película y la trama que se vislumbra resulta muy interesante a primera vista pero la historia va perdiendo fuerza, dejándote al final con una sensación de algo inconcluso que no es la película que podría haber sido. Lo más interesante de la misma es la animación en la que está basada, visualmente resulta bastante espectacular, está muy bien ambientada y lograda, resulta muy creativa dotando de vida a pequeños seres que utilizan el mundo en que han despertado para sobrevivir y continuar la historia que los humanos han dejado de contar.

tríptico

Como su propio nombre indica esta serie se basa en un hombre tracio cualquiera al que todos acaban llamando Espartaco, magníficamente interpretado por Andy Whitfield, que se acaba convirtiendo en un gladiador romano contra todos sus pronósticos, pero él no está conforme con la vida que lleva como esclavo y hará lo que sea necesario por recuperar a su esposa y su libertad.


Cuando se convierte en esclavo es comprado por Léntulo Batiato para la ludus de gladiadores de la cual es dómine. Allí tendrá que cambiar y adaptarse a sus circunstancias sin dejar de ser él mismo para sobrevivir y recuperar la vida que añora.


Una curiosa adaptación de la historia archiconocida de Espartaco y su rebelión, con efectos visuales muy similares a los ya vistos en la película 300 y una cuidadísima fotografía. Una auténtica delicia para los sentidos, pese al exceso de violencia (que para mí no se hace ni mucho menos cargante) y de sexo completamente explícito (que aburre un poco más).


Su primera temporada consta de 13 episodios, con una duración de unos 55 minutos cada uno, que se han emitido a lo largo del año 2010. La segunda temporada había sido firmada pero su protagonista, Andy Whitfield fue diagnosticado de un linfoma que detuvo las grabaciones, por lo que la cadena Starz parece estar decantándose por rodar una precuela, titulada, Spartacus: Gods of the Arena, que se espera para principios de 2011.


En cuanto a la segunda temporada, después de que Whitfield mejorara con el tratamiento parecía estar preparado para rodar la segunda parte de Spartacus, pero una recaída parece haberlo alejado definitivamente del proyecto. La cadena ha manifestado que rodará la segunda temporada sustituyendo a su actor protagonista. Por mi parte solo desearle a este increíble actor que me ha deslumbrado con su talento en tan solo 13 capítulos que mejore y esta recaída sea tan solo el último susto, lo cierto es que es una noticia muy triste que un hombre tan joven y que parece tan buena persona se vea aquejado de una enfermedad como el cáncer. La segunda temporada o la precuela no serán lo mismo sin él.

Nunca hubo tantos especiales como para despedir al magnífico David Tennant como Doctor, no he visto las temporadas antiguas, pero dudo que a alguno de ellos se le haya hecho un homenaje mayor y más emotivo que a mi amado Doctor, y lo cierto es que no es para menos, si David Tennant debe dejar de ser el Doctor, ¿qué mínimo que lo haga por la puerta grande?, pues a él le han permitido y lo ha hecho por la más enorme de todos, con un capítulo doble en el que regresaba su mayor amigo y enemigo, The Master, y en el que todos aquellos que alguna vez lo quisieron se asomaban para decirle adiós, algunos conscientes del cambio que iba a ocurrir, otros sin haberlo conocido siquiera. Realmente precioso. Hasta siempre David Tennant.


Y después de la llantina de tener que despedirme de este increíble actor en uno de mis personajes favoritos enfrentémonos al hecho de que Doctor Who no se acaba con él... afortunadamente. Matt Smith recoge el testigo, decidiendo recrear a un doctor muy similar al que hizo Tennant, pero más puro e inocente, y como parece que viene siendo de rigor... más joven. Lo cierto es que el nuevo no lo hace mal y que la preciosa Karen Gillan en el papel de Amy Pond, su nueva compañera, le ayuda a conseguir su puesto de digno Doctor. Ella es realmente lo que más me ha impresionado de la nueva temporada, con un rostro precioso, una melena pelirroja para mi debilidad y un carácter a medio camino entre la implacable Donna Noble y la dulce Rose, que hace las delicias. Tampoco quiero olvidarme de mencionar las varias apariciones de River Song con su "Hello Sweetie", que me mantienen en vilo sobre el carácter de esa relación futura con el Doctor, aunque tengo mis propias cavilaciones al respecto me las guardo, pero me muero de ganas por saber cuál es la verdad.


Os recomiendo que no os perdáis esta quinta temporada, con una trama realmente buena que ayuda al nuevo doctor a alzarse en su podium, a mi no me queda más alternativa que seguir esperando al día de Navidad y su especial para saber cómo continua su camino el Undécimo Doctor, pero lo cierto es que espero con ganas esa sexta temporada que ya está prevista... aunque no te olvido David Tennant... nunca.