Timothy William Burton nació en California el 25 de agosto de 1958, conocido director, productor, escritor y diseñador estadounidense. Su estilo cinematográfico se caracteriza por sus mundos imaginarios de elementos góticos y oscuros, o el caso contrario, lleno de color y fantasía, con protagonistas que suelen ser seres inadaptados y enigmáticos.

Sus vecinos y allegados lo definían desde pequeño como un inadaptado social con gran apetito por la ciencia ficción y el terror, debido a su afición por las películas de terror de bajo presupuesto. A la joven edad de 13 años se decidió a realizar su primer corto animado con algunos amigos, llamado The Island of Doctor Agor.

En 1976 acabó sus estudios de bachillerato e ingresó en el Instituto de Artes de California, fundado por Walt Disney como plataforma de aprendizaje para jóvenes aficionados a la animación, en el que realizó una serie animada bautizada como Stalk of the Celery Monster, trabajo que le dio la oportunidad de ser contratado por los estudios Disney.


Pero su trabajo en Disney no fue entendido ni apreciado en su momento, por lo que decidió continuar con sus propios planes y comenzó a dirigir sus primeros cortometrajes, Vincent y Frankenweenie, que obtuvieron el éxito merecido.

Dirigió su primer largometraje, La gran aventura de Pee-Wee, en 1985, tras lo que ha dirigido y producido numerosas películas, de las cuales muchas han sido notablemente apreciadas por público y crítica. Entre las cuales cuenta, Pesadilla antes de Navidad, que aunque no fue dirigida por el propio Burton fue creada y producida por él dando una bocanada fresca al cine de animación. Lo mismo ha ocurrido con la reciente película 9.

En cuanto a su vida personal en 1989 se casó con la artista alemana, Lena Gieseke, de la que se divorció tras la filmación de Batman Vuelve. Después estuvo comprometido con Lisa Marie desde 1992 hasta 2001, pero esta relación tampoco funcionó. Actualmente está comprometido con Helena Bonham Carter, con quien tiene dos hijos y quien ha aparecido en todas las películas del director desde que comenzó su relación. Ambos parecen hechos el uno para el otro, tanto en su estética como en su personalidad.


Si hay algo más constante en la carrera cinematográfica de Tim Burton, además de su estética, es que suele trabajar repetidamente con las mismas personas, sobre todo con su íntimo amigo, Johnny Depp, el músico Danny Elfman y su compañera sentimental, Helena Bonham Carter.

Ha llovido mucho desde que Burton hizo esta pequeña maravilla del cine de fantasía, una película que me conquistó en mi tierna infancia. En ella se centra en un personaje realmente atípico, un repulsivo y excéntrico fantasma con el nombre de Beetlejuice, perfectamente encarnado por Michael Keaton.


A través del humor negro, unos buenos efectos especiales y magníficos decorados hace que el personaje nos seduzca al tiempo que deseamos que desaparezca y deje en paz a los novatos fantasmas, la pareja encarnada por Alec Baldwin y Geena Davis, que no han aprendido a enfrentarse al más allá cuando su última hora les llega mucho antes de lo que ninguno hubiera previsto y solo quieren regresar a su recién estrenado hogar mientras una nueva familia realmente curiosa trata de instalarse en él. Una jovencísima Winona Ryder tiene un papel inolvidable en la película realmente divertida y original, como el propio Burton. La película ganó un Oscar al mejor maquillaje.

Una vez más Burton volvió a contar con Michael Keaton para su adaptación al cine del cómic de Batman convirtiendo la película en el éxito más grande de taquilla hasta el momento y una influencia de peso en posteriores películas de superhéroes. Para mí Michael Keaton junto a Christian Bale suponen los mejores Batman de cine y las películas realizadas por sendos directores, Burton y Nolan, las únicas que realmente merecen la pena.


En esta ocasión contó con El Joker como el enemigo de Batman y con Jack Nicholson para interpretarle desde un punto de vista más cómico que el reciente Joker de Nolan. Obtuvo el Oscar a mejor dirección artística y decorados, realmente merecido por el estilo gótico que le dio a Gotham City.

Este bonito cuento de Tim Burton nos relata como un inventor creó un muchacho, pero la muerte lo sorprende dejándolo inacabado, con tijeras en vez de manos, pero con un corazón lleno de bondad. Vive durante años vive solo en la mansión del inventor ignorando la vida que hay fuera, pero un día una mujer lo descubre y lo lleva a la ciudad, donde no todo el mundo comprende y ama al joven, y donde encontrará personas y cosas que le harán sufrir, pero también cosas tan maravillosas como el amor.

Como es habitual en las películas de Tim Burton, la estética es algo notable, original y diferente, y Eduardo Manostijeras no es una excepción a esta regla, siendo una película originalísima tanto en su planteamiento como visualmente. Pero en el fondo el personaje de este cuento no es otro que un Frankenstein reinventado, un ser extraño e incomprendido rodeado de un ambiente hostil que lo teme tan solo por ser diferente. Pero, afortunadamente, siempre hay personas que miran más allá de la fachada, que buscan en el alma y descubren la bondad que allí habita. Una historia de amor preciosa, de esas que te hacen sentir que todo es posible tan solo con la fuerza del amor. Un increíble cuento que requiere un visionado imprescindible y una pareja protagonista formada por Johnny Depp y Winona Ryder realmente inspiradora.

Varios años después de la primera entrega de Batman, Burton accedió a dirigir la secuela, Batman Returns. En ella vuelve a contar con Michael Keaton como Batman, Danny de Vito encarnando a Pingüino y la preciosa Michelle Pfeiffer como la mejor Catwoman de todos los tiempos. La película es aún más oscura y personal que la primera y personalmente debo reconocer que me gusta más, no sé si por la presencia del personaje de Catwoman tan carismático y magnífico.


Posteriormente Warner Bros decidió que las adaptaciones burtonianas de Batman habían sido demasiado oscuras y adultas por lo que para atraer a un público más infantil le pasó el testigo a Joel Schumacher, llegando el turno de Val Kilmer como nuevo Batman y un montón de caras conocidas para acompañarle en Batman Forever. Posteriormente la cuarta entrega de la saga correría también a su cargo y Batman contó con un nuevo actor en plantilla, George Clooney, y su compañero Robin en Batman & Robin. La conclusión, dos películas malísimas, sin la más mínima gracia ni interés que dan al traste con el magnífico Batman creado por Burton y su fantástica recreación de Gotham City. Hasta 2005 en que Christopher Nolan cogió el testigo y puso a Christian Bale en el papel del nuevo Batman no pudimos volver a disfrutar de una buena esencia de este superhéroe.

Curioso, aunque no mucho en la trayectoria de Tim Burton, es el proyecto de Ed Wood, en la que el director retrató la vida del considerado "peor director de la historia". En sus películas, englobadas dentro del género de la ciencia ficción y el terror, las malas actuaciones y los torpes personajes chocaban con los decorados tirándolos. Encarnando al peor director la piel de uno de los mejores actores, Johnny Depp.

La película fue rodada en blanco y negro, en homenaje a las películas y cumpliendo con la estética del momento. Obtuvo dos Oscars: al mejor actor secundario para Martin Landau y al mejor maquillaje.

Otra locura de película de Tim Burton es Mars Attack, en la que deja atrás todo el estilo gótico y oscuro que reina sus películas para tomar la iconografía colorista de los años 50 que pudimos ver en la ciudad de Eduardo Manostijeras.

La película es toda una parodia a las películas de ciencia ficción que contaba con un montón de caras conocidos en el reparto. Realmente divertida, surrealista y sugerente.

En Sleepy Hollow Burton vuelve a contar con su actor fetiche, Johnny Depp, y con una estética oscura. Una historia de fantasía y fantasmas en la que el actor encarna a un detective interesado en la ciencia forense, que es enviado al pueblo de Sleepy Hollow para investigar una seríe de crímenes.


El asesinato de las víctimas se lleva a cabo en campo abierto arrebatándoles las cabezas, aparentemente por un fantasma sin cabeza que es un leyenda local. La fotografía es probablemente una de las cosas más notables de la película, realmente magnífica.

Personalmente no puedo hablar de esta película que nunca ha llamado mi atención, ni la original de 1968 protagonizada por Charlton Heston, ni la de Tim Burton. Pero, El Planeta de los Simios supuso un gran éxito comercial, aunque fue criticado por perder el sello de que Burton dota a sus películas, convirtiéndose esta en una película comercial sin visos de sus director.


La película está basada en la novela homónima de Pierre Boulle. En ella un austronauta llega a un planeta donde los humanos son esclavizados por los simios.

Recientemente he tenido la oportunidad de ver, al fin, esta película de la que solo me habían contado maravillas. Como ya es habitual en las películas de Burton el reparto de Big Fish está plagado, una vez más, de caras conocidas.

En esta cinta olvida totalmente su estética oscura para acudir a su estética colorista, siendo esta su película más bella y luminosa. Un mundo fantástico a medio camino entre la realidad y la increíble imaginación de un hombre que decide que su vida sea más mágica e importante por el simple hecho de vivirla a su manera. Una historia muy bonita que cautiva y que te hace desear quedarte en ese mundo inventado en el que todo es posible.

En esta revisión de la película original de 1971 Johnny Depp encarna al curioso personaje de Willy Wonka, y ambas están basadas en un libro infantil escrito en 1964 por Roald Dahl. Willy Wonka es el dueño de una fábrica de chocolate misteriosa en la que nunca nadie ha entrado ni ha visto al propio Wonka, hasta que un día éste hace un anuncio: abrirá su famosa fábrica y mostrará todos sus secretos y su magia a cinco niños afortunados, los que tengan la suerte de encontrar los cinco billetes dorados dentro de las deliciosas tabletas de chocolate Wonka.


Charlie es un niño pobre que sueña con aquella fábrica y la magia que desprende y es el afortunado ganador de uno de los billetes. Entre dulces y Oompa Loompas la historia se va desgranando en un mágico mundo lleno de color. Personalmente me quedo con la película original, con Charlie y la fábrica de chocolate Burton no consiguió conquistarme.

La novia cadáver es una película estéticamente deliciosa, utiliza la misma técnica que ya utilizó Burton en Pesadilla antes de Navidad. Pese a que sus personajes no son reales tienen un gran parecido con los que los inspiraron y les aportaron las voces: Johnny Depp y Helena Bonham Carter.

La historia se basa en un cuento de la tradición rusa-judía ortodoxa, en la que un joven llamado Victor, se compromete accidentalmente con el cadáver de una novia, Emily, y se lleva a Victor al país de los muertos.

Una vez más Johnny Depp y Helena Bonham Carter se unen a Tim Burton para realizar la versión cinematográfica del musical Sweeney Todd, que también supone un musical en película y nos muestra la gran voz que posee Johnny Depp, algo que personalmente me impresionó, además del sello más oscuro de su director.

Cuenta la historia de un barbero inglés que tras ser falsamente acusado y condenado a una vida de trabajos forzados para arrebatarle a su esposa, regresa a Londres donde le cuentan que su Lucy fue violada y está muerta y que ahora su hija es la pupila del aquel malvado juez. Todd clama venganza y asesina a sus clientes con una navaja de afeitar con la ayuda de la Sra. Lovett, quien convierte los cadáveres en pasteles de carne.

Una de las películas más flojas de Burton, a mi parecer, es la reciente Alicia en Wonderland, en la que el director retoma la película original y transporta al País de las Maravillas a Alicia años después de su primera visita para luchar contra el dragón de la Reina Roja siendo la única que puede combatirle.

Salvo la estética colorista y mágica propia de Burton poco más tiene que ofrecer esta película. Como siempre cuenta con sus habituales Johnny Depp para el papel del Sombrerero Loco, que ciertamente lo encarna magníficamente y Helena Bonham Carter como la Reina de Corazones, y se deja seducir por el novedoso sistema 3d.

Lo más honesto de la película es que no trata de rehacer la serie original, sino coger su espíritu y traerlo hasta la actualidad para presentarnos a un Equipo A lleno de guiños a la serie original, con una estética nueva y una historia adaptada a los tiempos en que nos encontramos, inmersos en el siglo XXI.


De este modo cada uno de los personajes sigue siendo quién era pero también quién sería ahora. La película promete lo que cada uno de los capítulos de la serie: acción, buenas intenciones y que los buenos (de un modo u otro) siempre acaban ganando, y eso es precisamente lo que nos da: Acción a raudales para mantenernos entretenidos y divertidos un buen rato.



Los actores me parece que están perfectamente elegidos: Liam Neeson como el gran Hannibal Smith hace un perfecto homenaje al original. Bradley Cooper como Fénix, es aún más ligón que hace 20 años y desde luego éste si que está buenísimo, Dick Benedict no era mi tipo en absoluto. Quinton Jackson como M.A. Barracus se convierte en un curioso personaje que evoluciona en distintas direcciones a lo largo de la película y mi personaje favorito de antaño, el loco Murdock, sigue estando igual de loco en la piel de Sharlto Copley, o más si cabe...


Y, por cierto, no os levantéis del asiento hasta que no terminen todos los créditos porque hay sorpresita final, un par de cameos realmente magníficos.