Me encanta ver que aunque hayan pasado ya más de diez años desde que la serie acabase su emisión, viendo aún hoy aquellos capítulos no pierden un ápice de su calidad y sigue siendo una de las grandes series. Su calidad viene avalada por sus siete premio Emmy y sus más de 50 nominaciones.

Todo en esta serie llega a ser mágico, desde los personajes, las historias, la música... hasta los increíbles paisajes y situaciones que nos encontramos en cada secuencia. Hasta el punto de que al final de cada capítulo respiras más amor por la vida y la humanidad de la que tenías hasta el momento.

La serie comienza cuando nos trasladamos un día junto a Joel Fleishman, un joven doctor neoyorquino y enamorado de la ciudad, hasta Cicely, un pueblo perdido y casi incomunicado en medio de Alaska, en el que Joel se ve obligado a establecer su consulta. Allí conocemos a sus habitantes, cada uno más excéntrico y diferente, de los que nos vamos enamorando capítulo a capítulo si no lo hemos hecho a golpe de primera vista.

La serie nos regaló seis temporadas, la mitad de la última sin su protagonista, que se vio sustituido por una pareja que no pudo compensar la falta de Joel Fleishman, y que vio llegar el final de la serie.

Echemos un vistazo a los personajes principales de la serie, y también a algunos de los secundarios que más juego han dado:

Debo reconocer que me vi atraída a ver la serie por su protagonista David Krumholtz, y también por la curiosidad de ver al mítico Doctor en Alaska en un papel tan diferente. Por parte de ambos hay un gran trabajo en sus personajes, y Rob Morrow parece incluso haber rejuvenecido físicamente respecto a su serie anterior.

Las explicaciones matemáticas, en su gran mayoría, reconozco que se escapan a mi comprensión, pero aún así me parece curioso e interesante ver como puede aplicarse el mundo matemático y toda su sabiduría a casos tan variados y diferentes. Muchos de los casos están basados en hechos reales.

También me llamó la atención que los productores de la serie fueran los hermanos Scott, es decir, Ridley Scott (Blade Runner) y su hermano Tony Scott (El fuego de la venganza). Su respaldo económico en la serie queda manifiesto en cada capítulo.

Personalmente la serie me gusta mucho, me gustan los casos, lo interesante de la forma de descubrir al malo utilizando el ingenio de los dos hermanos, cada uno en su campo, y sobre todo los personajes y sus relaciones entre ellos. Los dos protagonistas son solo parte del reparto que hace solvente la serie, junto a ellos, los dos más famosos junto a Peter MacNicol (quien nunca dejará de ser bizcochito), hay un grupo de actores que hacen que te encariñes de sus personajes y quieras saber hacia donde van y lo que hacen.

El desarrollo de cada capítulo y del conjunto de ellos resulta bastante dinámico y ameno, y con un cuidado aspecto visual. La serie se encuentra actualmente por su cuarta temporada de emisión. Yo me encuentro viendo la tercera temporada.

Lo primero que quiero mencionar es que esta novela fue la primera de su autor y que significó un magnífico debut, una novela llena de sentimiento y de frialdad que se abre pasó hasta lo más profundo de tus huesos.

Ya las primeras palabras de la novela nos preparan para lo que nos espera, relatando el fin en el principio, el turno de la última hermana en morir, su forma de hacerlo, la manera en que lo hicieron sus hermanas, lo poco sorprendente del asunto, lo que a ojos del lector, novato en la historia resulta muy sorprendente. ¿Como la muerte de una chica puede llegar a ser algo que todos esperan como quien espera que llegue una intrascendente hora del día?, pero la novela avanza, nos cuenta y nos hace partícipes de sus venturas y desventuras, del amor y del dolor, de la libertad y la prisión y en el último momento nos encontramos a nosotros mismos, lectores de la historia, esperando el hecho fatídico, sintiéndolo pero no sorprendiéndonos ante el mismo, como uno de aquellos vecinos que habían sido espectadores como nosotros.

La historia nos presenta a las cinco hermanas: Cecilia, la más pequeña, la primera en morir, la que abre la veda, la que puede resultar más sorprendente y al mismo tiempo más comprensible, la que decide tomar las riendas de su muerte puesto que nunca le dejarán tomar las de su vida. Sus hermanas mayores la sobreviven, Bonnie, Therese, Lux y Mary Lisbon, pero no llegarán mucho más lejos.

Estas hermanas han fascinado siempre a los muchachos que revoloteaban a su alrededor, hasta el punto de que muchos años después de sus muertes aún siguen sintiéndolas como parte de ellos, se sienten más vivos cuando piensan en ellas y no han perdido la obsesión por su recuerdo ni por el porqué de sus destinos. A estas alturas, llegando a la mediana edad, recuerdan y buscan dar sentido a aquello que se les escapó durante aquel año y medio, e incluso ahora tanto tiempo después, tras tantos documentos y recuerdos unidos y estudiados a conciencia no son capaces de reconstruir la historia.

Para comenzar hay que mencionar el valor de Sofia Coppola al plantearse llevar al cine una novela tan intimista y magnífica como Las Virgenes Suicidas, y sobre todo al hacerlo en su primer proyecto cuando tenía, aún, todo que demostrar. La dificultad de la adaptación y su maestría y acierto al hacerlo son grandes valores que nos encontramos en esta cinta.

En esta impactante ópera prima Sofia Coppola demuestra que es hija de su padre y que ha heredado su talento, demuestra que sabe como transmitir por medio del cine la belleza y lo inmaterial, lo que parece imposible de transmitir con un medio distinto al de la imaginación, ella lo hace fácil y lo consigue con esta película intimista y creada al detalle. La fotografía, la estética y la maestría con que Sofia nos traslada a la historia mediante distintos tipos de escenas, ya sean con diálogos, con silencio o con imágenes luminosas que nos embriagan y deslumbran.

La película te sacude pero al mismo tiempo te acaricia, te envuelve en su magia, te resulta dulce y dolorosa, inocente y madura, se interna en lo profundo de tu ser. Te seduce y te duele, como un primer amor.

La adaptación a la novela resulta muy fiel, trasmite todo lo que la novela pretende decir y te deja a tu sentir lo que la novela no te revela. Transmite su perfección, su sentimiento, su calidez y su frialdad. Nos presenta una hermanas Lisbon fantasmales y etéreas, como si realmente fueran intangibles, salvando las distancias, las mismas chicas que la novela nos regala.


Traslada a la pantalla la melancolía que puebla las páginas del libro, la magia que te mata y al tiempo reconforta al leer sus palabras. Logra un trabajo magistral que convierte esta película en una joya cinematográfica que, en mi opinión, trascenderá en el tiempo.

Mención especial merece también la banda sonora de la película perfecta para ella e interpretada por el grupo francés AIR, que supone el sustituto necesario para conseguir que la novela se convierta en imágenes tan intangibles como las palabras, sin este acierto la película perdería gran parte de su esencia.

Destacable especialmente resulta el trabajo de Kirsten Dunst, más preciosa y perfecta que nunca y de James Woods que consigue un trabajo magistral dando vida al padre de las pequeñas.

Conclusión: Ambas obras, novela y película son magníficas y muy iguales. La novela resulta más oscura y angustiosa que su versión para pantalla, pero ambas son magníficas obras sobre la melancolía, el amor, la obsesión, lo intangible y lo que nunca volverá de la adolescencia.

La trama de Terminator comienza en el año 2029, después de que la Tierra ha sido devastada y esclavizada la humanidad a manos de, las máquinas, gobernadas por Skynet. Pero su gobierno parece estar perdiendo terreno cuando se encuentra a punto de perder la guerra contra la resistencia humana, liderada por John Connor. Llegados a este punto, las máquinas llegan a la conclusión de que asesinar a Connor en el presente sería irrelevante, dado que ya ha llevado a la resistencia hasta la victoria, su única salida consiste en eliminar al líder enemigo antes de que éste nazca, de modo que no pueda cumplir su misión. Para ello envía al pasado, al año 1984, a un Terminator T-800, un cyborg asesino, a través de una máquina del tiempo, con la misión de exterminar a Sarah Connor, madre del famoso líder, antes de que éste sea concebido.

Enterados del plan para asesinar a la mujer que dará a luz al único hombre capaz de salvar a la humanidad, la resistencia también consigue acceder a la máquina del tiempo y logra enviar a un soldado humano, Kyle Reese, con la misión de protegerla y salvarla del exterminador.

Esta película de Ciencia Ficción supuso una gran revolución por sus efectos especiales y el diseño del cyborg, significó un punto de inflexión en el mundo del cine, especialmente en el campo de la ciencia ficción por sus innovadores efectos especiales. Se realizó con poco presupuesto y en un principio no supuso un gran éxito de taquilla pero los años sucesivos le darían la fama y el lugar que merece. De su éxito deriva que se haya convertido ya en todo un clásico dentro de su género y la realización de sus dos continuaciones y una cuarta que se encuentra en pre-producción.

La película protagonizada por un Arnold Schwarzenegger que se convierte en un perfecto cyborg asesino y una pareja de perseguidos, Linda Hamilton y Michael Biehn, consigue un conjunto que logra su objetivo. Los efectos, la música, el guión que no deja respiro, la estética ochentera de la época y un buen montaje redondean el producto.

Tras la exitosa Terminator su primera secuela fue estrenada en 1991, siguió fiel tanto al director como a los personajes principales, se aprovechó la popularidad de Arnold Schwarzenegger para repetir y reinventar el esquema de la original. El resultado logrado fue un enorme éxito de taquilla y una de esas películas que desmienten la frase: "segundas partes nunca fueron buenas", llegando incluso a ser premiada con cuatro Oscars en las categorías técnicas. En el momento de su estreno era la producción más cara de la historia, alcanzando un coste de 100 millones de dolares para crear efectos innovadores nunca vistos, como el Terminator de metal líquido.


En Terminator 2, Skynet no se rinde después de su fracaso al intentar eliminar a Sarah Connor en la primera Terminator, así que idean un segundo plan y envían un nuevo cyborg, más avanzado, con una nueva misión: eliminar al propio John Connor cuando este es solo un niño. Pero la resistencia captura un T-800, una máquina del mismo modelo que la enviada en la primera misión de Skynet, John Connor lo reprograma y lo envía para proteger a su joven "yo".

El nuevo Terminator enviado por Skynet es un modelo T-1000, un prototipo de metal líquido que es capaz de copiar formas de su mismo tamaño, lo que hace más facil su misión al poder hacerse pasar por quien desee.

En el presente Sarah Connor está encerrada en un hospital psiquiátrico a causa de sus historias del fin del mundo a manos de las máquinas, lo que ha convertido al joven John Connor en un chico rebelde, pero el presente ha cambiado después de la visita del primer Terminator, ya que los humanos recuperaron el brazo original de la máquina y un chip y estudiaron su tecnología desconocida y superior para comprenderla y poder aplicarla en la tecnología actual. De modo que la película se desarrolla en torno a dos historias: la garantía de supervivencia para John Connor y su futura misión; y la búsqueda de los elementos del Terminator para destruirlos y detener el destino al que parece avocada la raza humana.


La película está dotada de unos efectos muy impresionantes para la época y de una trama que ofrece mucha acción sin dejarte respiro, así como continua la reflexión sobre la tecnología que ya comenzó la película original.

Como curiosidad diré que existe un final alternativo, que se puede ver en el DVD, en el que Sarah Connor aparece cuando ya es abuela en el parque de juegos que se muestra en la película, viendo como un John Connor ya adulto juega con su hija. Sarah habla de que ha pasado mucho tiempo y la guerra contra las máquinas nunca sucedió y recuerda al Terminator que comprendió el significado de la vida y la esperanza que eso la dio.

Y tras la magnífica Terminator 2: El Juicio Final llega, 12 años después, la tercera entrega de la saga: Terminator 3: Rise of the Machines, en la que se cuenta los días previos a la rebelión de Skynet y la guerra entre humanos y máquinas.

En el mundo que encuentra el T-800 enviado al pasado, una vez más, para la protección del líder John Connor, se encuentra un joven destrozado, sin fuerzas para llevar a cabo su misión en un mundo en el que la leucemia le ha privado de su luchadora madre. En este mundo el 29 de agosto de 1997 no supuso el comienzo del fin de la raza humana y las máquinas no habían gobernado el mundo. Pero Skynet no estaba dispuesto a dejar pasar su oportunidad sino tan solo a postponerla y en 2032 envía un nuevo cyborg al año 2004, un modelo T-X, capaz de gobernar otras máquinas, desactivarlas e incluso reprogramarlas. La misión de esta Terminatrix no era solo la de acabar con John Connor sino también con sus futuros compañeros de rebelión, incluida su futura esposa, ya que en el futuro las máquinas habían conseguido acabar con la vida de John Connor, pero la mella que este había hecho en sus compañeros siguió viva, y su muerte no consiguió acabar con la resistencia y su fuerza. La resistencia envió el mismo modelo de la última vez, un T-800, para evitar la muerte de John Connor y el fin de sus propias vidas.


Personalmente echo de menos un John Connor encarnado por Edward Furlong, ya que Nick Stahl no llega a convencerme en el papel, el resto de la película no alcanza a sus dos predecesoras pero la acción te hace pasar un rato entretenido. Y es que esta película es realmente lo único que tiene, así como las anteriores estaban dotadas de una trama sólida y escenas más allá de la acción, en busca de una reflexión sobre las máquinas y sobre la humanidad, lo que las convertía en unas películas realmente buenas, en esta tercera parte la acción prima sobre todo lo demás, dejando de un lado la reflexión para llevarte por el camino de una gran acción sin mucho más detrás de ella. El resultado es una película prescindible pero que se deja ver.




Terminator: Las crónicas de Sarah Connor

TITULO ORIGINAL: Terminator: The Sarah Connor Chronicles (TV Series)
AÑO: 2007
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: David Nutter
GUIÓN: Josh Friedman
REPARTO: Lena Headey, Thomas Dekker, Richard T. Jones, Summer Glau
PRODUCTORA: Warner Bros. Television / C2 Pictures
WEB OFICIAL:
http://www.fox.com/fallpreview/new/sarahconnorchronicles.htm
GÉNERO: Serie de TV. Ciencia-Ficción. Fantástico. Thriller






Terminator Salvation: The Future Begins

Actualmente en pre-producción, esta será la cuarta parte de la saga Terminator, que se espera que esté lista para el verano de 2009. Se dice que será la primera de una nueva trilogia.

Terminator Salvation continuará a partir de lo sucedido en la tercera Terminator, centrándose en la guerra entre los humanos supervivientes y Skynet. Parece ser que ni Nick Stahl, ni Claire Danes, ni siquiera el propio Arnold Schawarzeneger aparecerán en esta nueva entrega, y yo me pregunto ¿que sentido tiene una nueva película de Terminator en la que ni siquiera aparece el mítico Terminator original?, si la tercera parte ya me pareció prescindible no confió en esta nueva entrega, aunque sí es cierto que la interpretación de John Connor a manos del impresionante Christian Bale, me despierta, cuanto menos, mucha curiosidad.


Veremos que sacan de todo esto.

Conclusión: Las dos primeras partes de la saga son realmente buenas, cada una en su presupuesto y su trama, la tercera parte no era muy necesaria pero se deja ver, veamos que ocurre con esta nueva cuarta entrega de la saga.