Para empezar comienzo mencionando aquellas que son clásicas, películas de navidad que desde niña veo una y otra vez, y que todo sea dicho, no me canso de ver.

Es el caso de Los fantasmas atacan al jefe, una magnifica adaptación del clásico cuento de Dickens a un mundo más moderno y diferente, donde Frank Cross, genialmente encarnado por Bill Murray, el presidente de un canal de televisión que se ha vuelto cruel, desagradable e ingrato a medida que su carrera ascendía, por lo que la Nochebuena le traerá la visita de los fantasmas del pasado, del presente y del futuro. Una película que hace recuperar la fe en las personas y lo que estas pueden ser.

Gremlins es otra de las películas sin la que no se puede pasar la Navidad, película infantil y fantástica, en la que un chico recibe como regalo a un pequeño y extraño ser, muy inocente en apariencia pero con el que hay que seguir una serie de reglas que todos conocemos: no darle de comer después de medianoche, no mojarlo y evitar que le de la luz del sol. Estas normas son irremediablemente incumplidas lo que lleva a la catástrofe de las navidades en el pequeño pueblo.

Otro clásico de las navidades es Solo en casa, a manos del pequeño Macauly Culkin. El pequeño Kevin McAllister, de ocho años, es miembro de una familia numerosa que por equivocación, lo deja olvidado en casa cuando su familia se marcha a pasar las vacaciones de Navidad fuera, el niño aprende a cuidarse solo y todo va bien hasta que una pareja de ladrones intentan robar la casa que creen vacía, pero el pequeño es capaz de protegerse a si mismo y a su casa muy bien.

En otro extremo muy diferente encontramos películas navideñas del tipo de La Jungla de Cristal, donde la acción despierta las típicas navidades llenas de amor y buenas esperanzas. Aquí nos encontramos un joven Bruce Willis en la piel del ya mítico John McClane, un policía de Nueva York que viaja hasta Los Angeles para celebrar la navidad con su familia y recomponer su matrimonio, pero las cosas no van a salir como él espera ya que un grupo de terroristas toma el edificio en el que trabaja su mujer, pero menos mal que tenemos al gran John McClane para enfrentarse a los malos, un personaje que se convertiría en mítico a partir de esta película y que repetiría en tres secuelas más hasta el momento.


Mucho más gamberra es la genial El día de la bestia, navideña cien por cien. Según un sacerdote, estudioso de la Biblia, el Anticristo nacerá al comenzar el 25 de diciembre de 1995 en Madrid, para detenerlo este cura se unirá a un Santiago Segura muy heavy. Originalísima película con un guión brutal y acción al ritmo de música heavy.

Otras tres extrañas películas, como no podía ser menos a manos de Tim Burton, se suceden en época navideña.

La primera de ellas, realmente magnífica en todos los sentidos, Eduardo Manostijeras, en la que Johnny Depp es un muchacho creado por un inventor que dejo su obra inacabada cuando la muerte le sorprendió y dejó al chico con tijeras en vez de manos, pero en el corazón del joven todo es bondad y su historia se convertirá en un bonito cuento. Una auténtica obra maestra.


Después nos encontramos con Batman Vuelve, en la que Michael Keaton repite como un convincente Batman para enfrentarse a un diabólico Pingüino, perfecto en la piel de Danny de Vito, y a una seductora y peligrosa Catwoman de la que no podrá evitar enamorarse. La Navidad parece el escenario perfecto para esta historia y Michelle Pfeiffer es la mejor mujer gato que hubo y habrá.


La última aportación de Tim Burton a la Navidad es a través de la original Pesadilla antes de Navidad, en la que volvemos al mundo de los entrañables cuentos de Navidad, en este caso la película no está dirigida por este original director pero si producida y también la historia es suya, aunque no hay duda de que se nota su mano en ella. Jack Skellington es el señor de Halloween que un día, por casualidad, descubre la Navidad y se queda enamorado de ella, por lo que con toda su buena intención decide ayudar a mejorarla, para lo que secuestra a Santa Claus y lo sustituye. Pero la diferencia entre la noche de los muertos y el día de Papa Noel y sus renos es bastante obvia, por lo que todos sus esfuerzos solo provocarán el terror entre los niños ansiosos por la llegada de la Navidad y sus regalos.

Siguiendo por el sendero de los cuentos de Navidad llegamos a las películas de amor navideñas, de las que tengo que destacar Algo para recordar, película romanticona hasta la médula (como no podía ser menos con Meg Ryan a la cabeza), pero con una bonita historia de amor, en la que dos personas alejadas de punta a punta de Estados Unidos se encuentran por el milagro de la Navidad y los deseos de un niño.


Del mismo estilo es Cuando Harry encontró a Sally, (otra vez Meg Ryan, no podía faltar) en la que Harry y Sally se reencuentran una y otra vez a lo largo de los años, discutiendo siempre sobre la amistad, las relaciones entre hombres y mujeres y lo que la vida les va enseñando. Mítica es la escena en que Meg Ryan finge un orgasmo en mitad de un bar. Película encantadora, aunque no deja de ser típica.



También llena de tópicos es The Holiday, reciente y entrañable, en la que Cameron Diaz y Kate Winslet se intercambian sus respectivas casas y vidas, una londinense y otra americana, durante las vacaciones de Navidad para escapar de sus problemas y rutinas, encontrando en el mundo nuevo que se abre ante ellas cosas que nunca habrían esperado.

Y aquí acaba mi recorrido por el cine navideño, sé que me dejo muchas, pero es que hay muchas que no he visto y aún tengo pendientes.

Centrémonos más en la historia de Pushing Daisies: El protagonista es un pastelero llamado Ned que tiene un extraño don, despertar a los muertos con tan solo tocarlos. Pero este don no es tan maravilloso como en principio puede parecer ya que si lo vuelve a tocar volverá a estar muerto para siempre, en cambio, si no lo toca en el trascurso del primer minuto otra persona alrededor, decidida por el azar, debe morir para restablecer el equilibrio del Universo.

En la vida de Ned hay un gran amor: Charlotte, su vecina de al lado cuando era un niño. La serie nos relata su incómoda relación en la que nunca pueden llegar a rozarse. El reencuentro entre ambos se produce cuando, por causas del destino, Charlotte es asesinada y Ned, que siempre ha estado enamorado de ella, la rescata de entre los muertos, con las ventajas e inconvenientes que esto acarrea.

Por el momento Pushing Daisies está en su primera temporada con 9 capítulos rodados y una temporada completa concedida por la ABC. En su primer episodio fue un gran exito pero con el transcurso de los siguientes capítulos fue perdiendo audiencia, así que junto con la huelga de guionistas, quien sabe que pasará con Pushing Daisies...

Yo, por de pronto, tengo mucha curiosidad por verla para poder juzgar por mi misma.

Nos encontramos aquí con la primera gran obra del prometedor, Darren Aronofsky, quién no solo dirigió la película sino que también la escribió. Tras esta extraña película rodaría Réquiem por un sueño y La fuente de la vida, ambas aún son desconocidas para mi pero estoy deseando verlas ya que solo he oído buenas críticas de ambas, por lo que tengo entendido Réquiem por un sueño resulta igualmente desasosegante, y La fuente de la vida tiene unas imágenes realmente impactantes. Cuando las vea con mis propios ojos os pongo al día.


Conclusión: Una película muy interesante, recomendación asegurada, pero preparaos para agarraros al sofa y querer escapar de vuestros propios cuerpos.

Hoy os traigo una serie que probablemente muchos conocéis, pero que yo he descubierto un poco tarde: Secuestrado.

Desesperado por encontrar a su hijo mientras trata de mantener ocultos sus trapos sucios, Conrad Cain contrata los servicios de Knapp (Jeremy Sisto), un investigador privado que trabaja al margen de la ley para recuperar a las víctimas de secuestros,y guiar a las familias en este traumático proceso, quien trabaja junto con Turner (Carmen Ejogo), su mano derecha y leal compañera.

Trabajando de forma opuesta a Knapp y su equipo, está el Agente Especial Latimer King (Delroy Lindo), un experimentado agente del FBI., que decide retrasar su retiro debido a su interés personal en un caso tan complicado, al igual que su compañero y antítesis, el Agente Andy Archer (Linus Roache), un agente federal que sólo sabe trabajar según lo dictado por el reglamento.

Durante el desarrollo de la serie vamos viendo, al ritmo de capítulo por día de secuestro, las distintas visiones de quienes son afectados por el incidente: lo que vive el chico secuestrado, los juegos de los secuestradores, las estrategias de los agentes del FBI al cargo y del equipo de negociadores privado contratado por la familia Cain, las reacciones y vivencias de cada uno del resto de miembros de la familia Cain. Nadie está a salvo de sospechas ya que muchas cosas han ocurrido alrededor y dentro de la propia vida de los Cain a lo largo de los años y de los negocios de Conrad Cain, el cabeza de familia. Muchos secretos se han guardado a lo largo del tiempo que de no salir a la luz acabarán con la vida de Leopold.

Como vemos varias son las caras conocidas en esta serie, sobre todo Timothy Hutton, en el papel de Conrad Cain, y Jeremy Sisto en el papel de Knapp, el investigador privado contratado por la familia.

La serie resulta muy interesante, con un ritmo muy acertado para la historia, la inclusión de pequeñas escenas veloces que te cuentan de nuevo pequeños detalles y te ponen al día a lo largo del capítulo resultan muy coherentes y acertadas.

Se compone tan solo de una temporada que, debido a la caída de audiencia con el paso de los capítulos, tuvo que ser recortada, a esto se debe que los últimos capítulos resulten muy rápidos, ya que en varios capítulos tuvieron que resumir el resto de la trama y su conclusión, lo que te deja con una sensación de no haberlo visto todo, de querer sacarle más jugo. En cualquier caso me parece muy idónea la utilización de series de una temporada en este tipo de tramas con un comienzo y un final muy definidos, ya que la realización de más temporadas solo lleva a desvirtuar la historia y perder calidad, aunque personalmente si que me he quedado con las ganas de una buena temporada, en su longitud natural y no reducida a 13 capítulos por mala suerte, si bien es cierto que no desmerece ninguno de ellos y mantiene la tensión a lo largo de todo el metraje.

Conclusión: Recomendación asegurada para todos los que disfrutan de series del tipo Prison Break.